Cuba - La revolución y la Habana contemporánea

Se inaugura hoy en el Palais de Glace una muestra de Alberto Korda, Osvaldo Salas, Roberto Salas y Liborio Noval, históricos fotógrafos de la revolución. La exposición promete un contrapunto entre las imágenes de la década del 60´ de esos fotógrafos y las más actuales tomadas por Andrew Dunbar y Martín Cohen, quienes además son los promotores de esta exposición.
Bonus tracks:
1) Liborio Noval habla de Cuba, la revolución y la fotografía en esta entrevista de Wall que publica Paredario.
2) Alberto Korda es el autor de la foto más famosa del Che. En realidad, es la foto más famosa de la historia, la más reproducida.


Acá el negativo completo. Luego del recorte (y de enderezarla un poco) el Che aparece sólo, con el cielo de fondo. La foto fue tomada en 1960, durante el funeral de los caídos en el ataque al barco Le Coubre por parte de la CIA. La foto muestra a un che dolido y enojado a la vez. Giangiacomo Feltrinelli en 1967 la publica en un gran póster. Luego en 1968 el artista irlandés Jim Fitzpatrick hace la conocida reproducción tipo stencil, usando sólo blanco y negro o rojo y blanco.



Más tarde, Gerard Malanga hizo esta imitación de la obra de Andy Warhol y trató de pasarla por original. Warhol vio el filón y no dudó en firmarla como propia, constituyendo un extraño plagio de si mismo.
De ahí en más vinieron remeras, afiches, mochilas, tazas, tatuajes y más. Korda podría haber recaudado millones por los derechos de su foto. Pero no. Creyendo que la difusión de esta imagen ayudaría a la revolución, Korda decidió no cobrar por la reproducción de su foto.







Claro que viendo algunos ejemplos de cómo se usó la imagen, quizás hubiera sido más práctico cobrar hasta el último centavo y donar lo recaudado a alguna institución cubana.
Sobre este punto también le preguntó Wall a Noval.
- ¿Y a vos qué te genera verlo en las remeras, en los tatuajes y en los productos comerciales? ¿No es un poco una banalización de su imagen?
- Eso lo hemos conversado varias veces, qué nos hubiera gustado. Hemos llegado a la conclusión de que quien se compra una remera con el Che, se la compra por algo...
Lamento no poder compartir ese cándido optimismo.