lunes, 28 de julio de 2008

Y si el humo está en foco

Cuando no hay más que decirnos
habla el humo, nada el humo
y rema en espiral.

Este sábado a la noche comí un asado con un nutrido grupo de reporteros gráficos que hacían lo que mejor saben: tomar vino.
Entre otras cosas, surgió un dato que yo no conocía. El diario La Nación no publica fotos de gente fumando. Sí, suena estúpido, y es estúpido. La Nación está en todo su derecho a tener el estilo o la línea editorial que prefiera. Claro que uno preferiría reglas como "no publicamos textuales de militares represores sin contextualizar" o cosas así. Pero no. Se preocupan por el cigarrillo.
En todo caso, lo mejor sería que explicitaran esta y otras reglas en su Manual de Estilo. Digo, así nos enteramos qué temas trata el diario y qué temas no, y qué enfoque les va a dar a las noticias.
La propaganda de lanacion.com dice "no podemos cambiar la realidad, pero podemos mostrártela de una nueva manera".
Una gran falacia. Toda observación supone alteración. Los medios en este país siguen estando al tope de las organizaciones más creíbles, según las encuestas. Cuando deje de ser así quizás las cosas mejoren un poco.

jueves, 24 de julio de 2008

¿Automático o manual?

NYC chronicles 24



No voy a descubrir yo que los yankis tienen toda una cultura alrededor de los autos. Desde que te bajás del avión hasta que te vas podés encontrarte con algo que te llame la atención de algún rodado.



Lo primero que salta a la vista es el tamaño de los autos. El Gol, el Corsa, el Fiat Uno y autos así (que acá son los más vendidos) allá no existen. Y no porque no fabriquen el modelo, digo que no existe esa categoría de auto. Todos los autos son más grandes.



Ni hablar de las limousines. Que acá hay dos o tres y sirven más que nada para que Charly vaya a dar recitales y allá podés ver varias por cuadra. Y, en proporción, no son tan caras. Si es un grupo grande, es más barato una limousine medio pelo que dos taxis.
Y sobre las "limos" se puede hablar años. Están divididas en categorías según el lujo, más o menos como los hoteles. Llevan unas barritas en los costados que indican el nivel del auto, que no está necesariamente ligado al tamaño o que tan antiguo sea.





Los camiones también están en otra escala. En realidad, hay bastantes cosas desproporcionadas. Yo no sé si es un síndrome de inferioridad, o es que la tienen chiquitita, pero allá se dedican a fabricar cosas para gigantes. Los monumentos, los museos, los edificios públicos (todo esto se ve especialmente en Washington). Todo está fuera de escala. Con el café pasa lo mismo. Te venden unos baldes que si fueran de café en serio harían volar por los aires varias arterias.



Nueva York se parece bastante poco al resto de Estados Unidos. Y los coches no son la excepción. En el resto del país cerca del 90% de la población en edad de trabajar tiene auto. En Manhattan esa proporción cae a cerca del 10%. No es cómodo moverse en auto en la isla, el tránsito según la hora, puede ser insoportable. De hecho, es muy común ver calles o avenidas cubiertas por taxis y colectivos pero con muy pocos autos. Además, nunca hay donde estacionar. Sobre todo de día. En la calle no se puede en casi ningún lado, y cuesta conseguir lugar en los garages.



Las playas de estacionamiento, supongo que por la gran cantidad de autos, la falta de lugar y lo caro del terreno en Manhattan, tienen unas cajas donde ponen los autos unos encima de otros.



Y los precios. ¡Los precios! Una hora cuesta 19 dólares. Pero si lo dejás 12 horas hacés negocio, porque cuesta 28.

Autos finos hay para todos los gustos.


Acá un Porsche.


Acá una Ferrari, en la Broadway , con un perrito de copiloto


El infaltable Rolls.


Un gran mito es que en Estados Unidos se maneja bien, que las calles son seguras, están señalizadas y en perfecto estado.
En el continente puede ser que sea más o menos así. Pero en la isla ni hablar. Las calles -según el barrio, como el Soho- muchas veces están hechas mierda. Los autos se largan a cruzar la bocacalle aunque no tengan espacio suficiente, y se quedan ahí, taponando. Los peatones se comportan como en Buenos Aires: ignoran cualquier tipo de señal y cruzan según necesiten.
Hay carteles que dicen más o menos que si tocás la bocina te llevan a Guantánamo. Así y todo, a muchos no les importa y tocan igual.



Allá está muy aceitado el tema del leasing. Ponés algo de guita, te dan un auto cero km, y pagás 2 o3 años una cuota. Cuando pasa ese tiempo, ponés un otro poco de guita y te lo quedás o seguís pagando la misma cuota pero te dan otra vez un auto nuevo.
Ese sistema hace que sea bastante difícil encontrarse con autos que tengan más de 5 años. Además, los autos usados son baratísimos.
Acá tenía para contar una historia de "importadores" paraguayos que compran autos allá para traerlos acá, pero el post me queda muy largo, y ya estoy con el tanque de reserva.

miércoles, 23 de julio de 2008

Separados al nacer

No, no es Rodríguez Larreta. El de la foto se llama Antonio Orlando Rodríguez, y es el escritor cubano ganador del premio Alfaguara.



El que está acá abajo es Pedro Aznar. Y no, el gato ese tampoco es Rodríguez Larreta.



Ustedes se preguntarán que carajo tiene que ver Aznar con el escritor cubano. Yo me pregunto lo mismo. Clarín en su edición de hoy publica una entrevista al escritor, pero ilustra la nota con la foto del músico.
Lo que me sigo preguntando es cómo habrán archivado la foto. O quizás les chupa un huevo, y pusieron la imagen que tenían más a mano.

lunes, 21 de julio de 2008

Bring on the night

NYC chronicles 23





Las noches de Manhattan siempre terminan igual: corriendo al último tren que sale para White Plains. Es como venir a Metrópolis y después correr a Once porque hay que volver al oeste. Lo mismo pero un poco más macrista, digamos.
El dancing de la fiesta fue en "Conérica". Hasta ahí llegué en una especie de micro escolar, y no vi mucho de la ciudad; ya era de noche.
El que la hizo bien fue uno de mis primos, que llegó en limousine y se fue en ambulancia.
Pomelo un nene de pecho al lado de él.

viernes, 18 de julio de 2008

Cletocracia

Nosotros no somos como Cobos. Cobos votó NO…
Cobos, bordó, votó NO.
Bochornoso. Horroroso.Oprobioso.
Cobos tocó fondo.

Roñoso, no votó por nosotros.
Nosotros los morochos, los gronchos, los crotos.

Cobos votó por los grossos, votó con los chorros.

Cobos sos bobo? O loco?. Cómo NO?.
Cobos tomó Norton?, Borbón?... probó hongos? voló por Bolsón?.
Ojo por ojo?... no… Molotov por Cobos?... no, no.

Nosotros no somos como Cobos.
Nosotros, con honor, somos como Pocho,
como Tosco, como otros, como todos.

(saqueado del comment de Roni en tirando al medio)



Noelia Cobos


Y otra vez Noelia Cobos

jueves, 17 de julio de 2008

La política según Cleto

Ayer Samurai decía que nadie llamado Cleto (Julio César Cleto Cobos) debería dedicarse a la política. Y tiene razón.
Lo llamativo, o no tanto, es el tratamiento que le dan los medios. Según Clarín el voto de Cobos tuvo "una cuota infrecuente de coraje, un compromiso con su forma de pensar". Claro, no dijeron lo mismo en su momento cuando Borocotó votó en contra de la opinión de los seguidores del PRO. Eso no fue un acto de "coraje".
Ayer, en algún momento de la tarde, Carlos Menem aparecía como enfermo y se dudaba de su voto. Y el comentario generalizado fue "arregló con el gobierno, no va a votar".
Finalmente votó. Y votó en contra. Nadie dijo "ah, entonces arregló con el campo". Y lo podrían haber dicho, siguiendo esa misma lógica.
Lo mismo dijeron de Saadi, que dudó, y votó afirmativamente. Pero no hablaron de "transfugueada" o "borocotización" en los casos de Teresa Quintela, Rubén Marín, Emilio Rached o Roberto Urquía, por nombrar algunos que venían votando con el oficialismo y terminaron votando con la oposición.
Insistentemente, incluso con mails truchos, se habló sobre sobornos para que los senadores votaran por el sí. Y se recordó la ley laboral votada durante el gobierno de De la Rúa con el caso comprobado de coimas.
Pero no se dicen un par de cosas que todos saben. Una, que detrás de las coimas en aquel momento estaban los intereses empresarios.
Tampoco se dice que lo que está peleando el campo puntualmente es una diferencia en las retenciones de 2000 millones de pesos. Si consideramos que más o menos la mitad de eso está en manos de grandes productores, podríamos decir que Miguens y la Sociedad Rural pelean por 1000 millones. Es de buen gusto y protocolo destinar el 10% de lo que se pretende ganar a sobornos. Es decir, la SRA cuenta con una billetera de 100 millones de pesos para aceitar decisiones.
Con esto no digo que hubo sobornos, porque no me consta. Pero la posibilidad de que esto haya ocurrido debería estar presente en la discusión. Y no es ciencia ficción, basta recordar la denuncia de Héctor Recalde sobre el ofrecimiento que le hicieron empresarios vinculados a los tickets. No solamente el gobierno tiene caja.

miércoles, 16 de julio de 2008

Este blog no se vende

Desde este humilde rincón del ciberespacio mantuve siempre intactas mis convicciones. Siempre mi conducta ética fue intachable y firme.

Y ahora aparecen algunos que dice "el Aguilucho se vendió" o "el aguilucho se zanonizó". Incluso algunos dijeron que me había "gallozanonizado", sin que lo incomprensible del concepto lo haga menos degradante.

Y desde esta pequeña trinchera on line, desde este último refugio, desde este bunker del pensamiento, quiero decirles que el Aguilucho no se vende ni se regala.

No señores. El Aguilucho se alquila.

Algunos ya habrán notado que en la columna derecha del blog aparece una línea de texto que bien podría confundirse con publicidad. Y no quiero grises ni medias tintas, quiero dejarlo claro. Es publicidad. La empresa anunciante se contactó conmigo y me ofreció un jugoso contrato por 10 meses.

Por supuesto, esto no implicará el más mínimo cambio en los contenidos de Fotolog Adolescente, que seguiré publicando como si fuese un blog amateur escrito por un semianalfabeto, y no como un blog que recibe un pago en especie o metálico a cambio de un trabajo profesional.

Por último, quiero dejar bien en claro que me la seguiré jugando. Jugando al black jack, jugando a la ruleta y por qué no a una maquinita tragamonedas de tanto en tanto.

Hasta el pleno, siempre.

martes, 15 de julio de 2008

Por favor, no te mueras en Manhattan

NYC chronicles 22

Andá a la esquina a ver si llueve

buscate un bar abierto que aún se puede

tomate un whisky a ver si se te pasa

pero por favor no te mueras en mi casa


La Universidad de Nueva York (NYU) no tiene campus. Para solucionarlo, se apropiaron del Greenwich Vilage. No hay forma de caminar por ahí sin toparse con una o dos banderas violetas que identifican los edificios. Incluso la universidad cierra el Washington Square park en ciertas ocasiones para usarlo como terreno propio.


Este edificio no demasiado lindo es la enorme biblioteca de la NYU.



Acá una vista desde adentro.



La biblioteca tiene un gran patio central y las distintas instalaciones alrededor. Si miran con atención van a ver que escaleras y pasillos tienen un enrejado. Esto es así porque los estudiantes estresados habían tomado la costumbre de arrojarse desde lo más alto y hacer un clavadito de cabeza justo en el medio del patio.
Mal gesto de la universidad. Ahora los estudiantes con problemas van a tener que suicidarse sin la más mínima ayuda de la institución.

sábado, 12 de julio de 2008

Dejame llevarte hacia donde voy

NYC chronicles 21









Strawberry fields forever...

miércoles, 9 de julio de 2008

Disparos sobre Broadway

NYC chronicles 20



Encontrarte de causualidad a tu vieja en un Starbucks de Broadway, y a los pocos días volvertela a encontrar en Grand Central, son el tipo de cosas que podrían aparecer en las películas de Woody Allen... Si es que el bueno de Woody hubiera seguido haciendo películas sobre Manhattan y madres judías.

PD: Después de mucho putear a Starfucks, me entregué. No hay forma de soportar el calor de la Gran Manzana sin un moca frapuccino. Igual, los que van acá en Buenos Aires me siguen pareciendo tilingos.

domingo, 6 de julio de 2008

Dark City

NYC chronicles 19



viernes, 4 de julio de 2008

El muñeco Gallardo

NYC chronicles 18



Estos muñequitos se vendían en una "juguetería de autor" en el Soho. Estaba lleno de boludeces locas a precios imposibles.
Iba a sacar más fotos, pero el encargado del local se me acercó y me dijo "sacarle una foto a mis muñequitos es como darme un tiro en la cabeza".
Entendí el mensaje y me fui silbando bajito.

jueves, 3 de julio de 2008

Nueva York 10 años después

Si diez años después te vuelvo a encontrar en algún lugar,
no te olvides que soy distinto de aquél pero casi igual.

Tardé exactamente 10 años en volver a New York, desde aquel S.O.S verano infernal de 1998. Muchas cosas están iguales. Otras parecidas. Y otras tantas cambiaron. Para empezar con lo más obvio y lo más visible, las torres gemelas.



Si la casualidad nos vuelve a juntar diez años después
algo se va a incendiar, no voy a mostrar mi lado cortés.

NY post 11 de septiembre es otra cosa. Los camiones de bomberos pasan aullando todo el tiempo. Lo mismo que las ambulancias y un poco menos los policías. Es como si el gobierno yanqui quisiera por un lado recordarles a todos que viven en peligro y, por otro lado, mostrarles que él está acá para protegerlos.

Aquello fue un gran punto de partida,
pero a la vez qué fácil se te olvida.
Diez años después quién puede volver atrás.

Cuando fui era periodista y no lo sabía. Me enteré recién al año siguiente. Ahora estoy convencido de ser periodista, pero mirándolo más detenidamente es posible que no lo sea.

Estamos en la tierra cuatro días
y el cielo no me ofrece garantías:
diez años después mejor volver a empezar.

En aquel momento aproveché unas postergadas vacaciones de enero para visitar familia allá. Ahora fue todo más organizado. También visité familia, pero en el marco de un bar-mitzvah. Que no es poco.

Si tu credulidad se deterioró en algún lugar,
no te olvides que soy testigo casual de tu soledad.
Si diez años después no estamos igual, qué le vas a hacer.
Otros diez años más y luego, empezar juntos otra vez.

Cuando fui hace 10 años estaba de moda esta historia de la tolerancia cero. Ya en aquel momento aparecían las primeras voces de protesta. Sobre todo después de los 30 balazos policiales que recibió un negro jamaiquino.
Hoy nadie se acuerda de aquel negro. Ni discute la tolerancia cero.

Aquello fue una linda primavera
pero fue solamente la primera.
Diez años después el tiempo empieza a pesar.
Me quedan balas en la cartuchera
pero te guardo siempre la primera.
Diez años después mejor reír que llorar.

New York fue mi primer destino fuera de América de sur. Esa sensación de viaje iniciático volvió ahora, y eso que pensé que era irrepetible.

Una carta te di que nunca escribí, que nadie leyó.
Hoy, diez años después, todo sigue igual, nunca te llegó.
Dentro del corazón, al día de hoy, no queda lugar.
Si perdí la razón, no fue por amor, fue por soledad.

El transporte público es para volverse loco. Antes te arreglabas en el subte con la fichita que tenía el agujerito en el medio. Ahora tenés que sacar una tarjeta medio inentendible. Y si no la tenés cagaste, porque por menos de medio kilo de monedas no viajás ni una estación.

La vida es una gran sala de espera,
la otra es una caja de madera.
Diez años después mejor dormir que soñar.
No se puede vivir de otra manera,
porque si no la gente ni se entera.
Diez años después quién puede volver atrás.

Lo de las autobombas es cosa seria. Llegué a ver tres por día. Incluso una me hizo perder un tren porque entró en contramano a toda velocidad por Madison y me retrasé 7 preciosos minutos en el yellow cab que me llevaba. A una le saqué una foto desde el Dakota Building. Ahora que pienso, la foto tendría otro sentido si la sacaba desde la otra esquina, con el Dakota de fondo. Digo, por todo eso de darle una oportunidad a la paz, y los 500 bomberos muertos en las torres, y los 500.000 muertos -poco tiempo después de eso- bombardeados en Irak.


Diez años después, mejor decir que callar.

Ahora está por salir en NY el nuevo iphone de Apple. Hace 10 años viaje acompañado por un walkman Sony que ni autoreverse tenía. Y todo el tiempo escuchaba a Los Rodríguez. Pero justo ahora no me puedo acordar qué canción.

martes, 1 de julio de 2008

Bad room

NYC chronicles 16

Lejos de la patria no se extraña tanto el dulce de leche o el asado como al bidet. No importa si es un baño rico o pobre, de bidet ni hablar.
Hay que olvidarse de todo lo que uno aprendió en esos cursitos de inglés; los bathrooms no existen. Acá (bueno, ahora allá) son restrooms. Los bathrooms son para bañarse.
Los locales de comida tienen obligación de tener baños con comodidades para discapacitados. Lo que la reglamentación olvidó es aclarar cuántos baños tienen que tener según el tamaño del comedero. El macdonalds de Broadway y 50 (cuadras más, cuadras menos) tiene capacidad para 231 personas (ni más ni menos) pero un sólo baño para hombres, mujeres, lisiados y republicanos. Las colas que se hacen en esos baños son de novela. Y los regalitos que te podés encontrar ahí son de cuento de terror.
Los baños de los ricos son otra cosa. Hay un aparatito que tira perfume cuando te tirás un pedo. Es como cuando le encuentran un uso civil a la tecnología militar. En este caso, adaptaron un detector de incendios a fines mucho más terrenales.
También hay inodoros -como en el JFK- que tira la cadena cuando te vas. Tiene un ojito que te mira y cuando te levantás tira la cadena. Claro que también la tira al más mínimo movimiento que hagas.
Bañarse es toda una aventura. La ducha en Scarsdale tenía una sola perilla. Y no sé cómo siempre tiraba el agua con la presión y la temperatura que yo quería. Otro misterio de la ciencia.

This is the end

NYC chronicles 15

Final de fiesta. Después de un vuelo largo estoy de vuelta en Buenos Aires.
El tiempo no dio para hacer una crónica diaria del viaje, pero de a poco las cosas van a ir apareciendo en diversos formatos: crónicas, apuntes, fotos.
La General Paz ayer a las 3 de la mañana parecía tan fantasmal como White Plains, el lugar donde residí cerca de la gran manzana. Espero haber regresado al lugar correcto.
Por lo demás está todo como siempre. Hoy prendí la tele a la mañana y estaba el facho de Recondo puteando a los chicos del Nacional Buenos Aires por tomar el colegio.



PD: cuando se vayan de viaje nunca dejen en manos de su cuñado a un vegetal al que le tengan aprecio.