Para Rímini, sin embargo, había algo más trágico que mirar el rostro de un muerto joven, algo más inconsolable por más solitario: la evidencia de no haber muerto con él, con ellos, con Caique, cuya carne maquillada ocupaba toda la tapa del libro, pero también con ese Rímini y esa Sofía que habían quedado impresos en la foto del interior, momificados para siempre. Rímini comprendió entonces por qué siempre se había negado a repartir las fotos con Sofía, por qué dos días después del accidente había quemado las que tenía con Vera, por qué había prohibido los fotógrafos la tarde del civil con Carmen y por qué las historias de vampiros nunca le habían dado miedo sino una especie de pesadumbre íntima, muy familiar. No, miraba una foto y no decía: Esto que miro sucedió; decía: Esto que miro sucedió y ha muerto y yo he sobrevivido.
Fragmento de "El pasado" de Alan Pauls
domingo, 7 de octubre de 2007
El pasado
Publicado por Aguilucho en 20:05
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1 comentario:
Mi destino es no comentar, parece. (Blogger acaba de borrar mi parrafillo). Había puesto algo así como que llegué desde La tuya está; que no suelo comentar y que no creo que esa condición se modifique. Pero que necesité agradecer por la experiencia de lo fortuito, porque odié El pasado (a diferencia de varias niñas de mi generación), pero que entre lo que me guardo de la lectura está ese párrafo, como un pequeño premio justo en la mitad de mi permanencia estoica por sus 500 páginas. Eso. Que gracias. Y que me quedo leyendo en silencio.
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