La semana pasada se vio en Canal 7 y "en el canal Youtube" unos videos anónimos con olor a servicios que apuntarían a demostrar que el periodista de La Nación Carlos Pagni cobró dinero de supuestos empresarios para armar una operación contra YPF. Lo que pasó en realidad bien puede ser como sugiere el video o bien podría ser distinto. Pero más allá de la veracidad del hecho en cuestión, hay algunas cuestiones que suelen mantenerse en la oscuridad de la profesión que ahora salieron a la luz.
Pagni hizo su descargo en La Nación. Ahí dice que "Nada de lo publicado fue desmentido desde entonces. Y, en el caso de las tres últimas afirmaciones, la propia YPF consignó la información en documentos públicos". Ese argumento le duró poco. YPF sacó una solicitada este domingo refutando todas las notas de Pagni involucradas en el tema.
El descargo de Pagni es interesante. Dice también que él armó una reunión con Saguier (Director de La Nación) y los falsos empresarios porque "el tema era delicado". No es nada nuevo. Todos los que trabajamos en medios sabemos que es así: las notas que tocan los intereses de los grandes anunciantes se publican sólo con la intervención personal de las máximas autoridades del diario. La pretendida objetividad de La Nación queda así reducida a la nada. A menos que creamos que todas las notas que se publican pasan antes por el chequeo de fuentes en forma personal por parte de los Saguier.
Pero hay más. Pagni afirma elaborar un "informe político" o newsletter que vende a empresas. Y justifica así que su colaborador Juan Manuel Romero reciba un sobre con efectivo. Suponiendo que esto sea así, nos topamos con otro tema amplimente conocido por periodistas pero que sale a la luz sólo en ocasiones como esta. Pagni hace un informe político privado, y escribe en la sección de política de La Nación. Hay entonces dos análisis posibles: Pagni se reserva para su newsletter la mejor información política y no la publica en el diario. Si no fuera así, el newsletter carecería de interés. Por lo tanto esto genera lectores de primera (los del informe) y lectores de segunda (los de La Nación). Pagni pierde así su también pretendida objetividad, dado que él mismo considera que hay información que viaja en first class y otra que viaja en clase turista.
O podría ser aún peor. Quizás el contenido del newsletter no sea tan distinto al del diario. El informe, de ser así, podría funcionar como una herramienta administrativa para cobrar mensualmente dinero de empresas que pueden aparecer regularmente en las columnas del periodista.
Nada de esto es nuevo, pero sale a la luz en un momento interesante, donde la función del periodismo está bajo la lupa. Si todos los lectores de los diarios estuvieran al tanto de este tipo de cosas, la comunicación sería más democrática.
lunes, 19 de octubre de 2009
Periodismo, mentiras y videos
Publicado por Aguilucho en 12:30 9 comentarios
viernes, 16 de octubre de 2009
miércoles, 7 de octubre de 2009
Dos notas sobre la ley de medios
En algún momento este blog va a volver a estar activo. Mientras tanto, les dejo este link que corresponde al blog del programa de radio Cuatro atados y que nos trae la voz y el pensamiento vivo de Mercedes Ninci y Lalo Zanini sobre el proyecto de ley de medios. También están las notas a Basteiro y Donda.
Publicado por Aguilucho en 12:16 1 comentarios
Suscribirse a:
Entradas (Atom)