viernes, 24 de julio de 2009

Photoshop golpista


Isis Obed Murillo cayó muerto con una bala en la nuca disparada por el ejército en Honduras, mientras se manifestaba contra el golpista Micheletti. El diario hondureño La Prensa "lavó" la sangre, para que el hecho no fuera visto con la gravedad que tuvo. La foto original corresponde a Eduardo Verdugo, fotoperiodista de AP.

lunes, 13 de julio de 2009

América para los americanos


Foto Perfil.com

Leo esta nota que salió en Perfil el domingo, y es como un viaje en el tunel del tiempo. Sobre todo por el título, que cuenta como algo nuevo algo que tiene más de 10 años. Cuenta la nota la historia del Gallego, el histórico dueño del bar que se le plantó a la jugosa oferta de un millón de dólares que hizo Eduardo Eurnekian por su local.

Entré a trabajar en el multimedios América en 1996. El conglomerado quedaba cerca de donde Borges imaginó la fundación de Buenos Aires, y el lugar en sí mismo era mítico como el poema de Jorge Luis. Hasta mitad de la década de los 90 Eurnekian no paró de crecer: tenía Cablevisión, América 2, El Cronista, Radio América, Radio Del Plata, Aspen y la Metro, con sus distintos nombres. Además, a través de Pramer gestionaba una buena cantidad del contenido local emitido por cable.

Las entradas principales a la serie de edificaciones que componían la empresa estaban sobre Honduras. Por dentro, el lugar era onírico. Nada parecía estar hecho con alguna lógica, sino más bien a los apurones como para resolver problemas en el momento.

Por ejemplo, para llegar a Radio América había que atravesar de lado a lado el gigantesco estudio del noticiero. Por supuesto, si pasabas y estaba al aire algún programa salías en directo para todo el país. Dentro del estudio estaban también los escritorios de pre producción. Y los baños. Si estabas editando para el noticiero del 2, no tenías otra que pasar por el estudio para ir a mear. Contaban en aquellos años que al principio ese mismo lugar funcionó como una extensión de la empresa textil del armenio, siriviendo de depósito para los grandes rollos de tela.

La expansión del multimedios hizo que Eurnekian fuera comprando todas las propiedades lindantes con la suya dentro de la manzana. Fue así que la pre producción de la radio pasó a otra oficina, conectada internamente con el resto del edicicio pero que claramente había sido una vivienda particular. El baño de este lugar tenía bañadera, y había puertas que eran de patio, aunque el ambiente había sido reformado para ser cubierto.

Por todos lados había desafíos a las normas más básicas de arquitectura. Por ejemplo, para llegar a algunas oficinas administrativas había que atravesar un puente colgante sobre una doble altura. Los años pasaron y se decidió armar una nueva sección del edificio para agrupar a las radios y dotarlas de instalaciones modernas. En esta reforma, quedó construida una escalera a la nada. Si subías por los escalones que estaban frente a los baños de la radio, te encontrabas con una pared.

Fue en este frenesí de compras y reformas que Eurnekian, según la leyenda, le ofreció al Gallego comprarle la esquina por un millón. No sé si la historia es cierta, pero en 1996 era creíble. Eurnekian necesitaba espacio, y la esquina estaba justo en el medio de sus propiedades. Pero el Gallego no estaba convencido. El bar andaba bien, principalmente gracias a América, que vomitaba cientos de empleados de día y de noche a sus mesas, donde todavía se sirve el mejor sanguche de crudo de Palermo. ¿Qué iba a hacer con un palo verde? ¿Comprarle una casa a cada hijo, poner un maxikiosco y vivir amargado hasta el día que se muera? No, el Gallego no agarró viaje.

Pero... ¿Qué sentido tiene que en 2008 Eurnekian quiera comprar esa esquina cuando ya no es dueño ni de Cablevisión, ni de América TV, ni de las radios ni del Cronista? Es absurdo. Muchachos de Perfil, los títulos de las notas además de ser gancheros tienen que tener un pie (al menos uno) en la realidad. No sé si el Gallego estará medio gagá o haya dicho "el año pasado" en vez de "la década pasada" por error, pero a un medio no se le puede escapar ese detalle.

martes, 7 de julio de 2009

La familia Becher

Buenos Aires arde de fiebre porcina y de muestras fotográficas a las que seguramente nadie visitará por miedo al contagio.
A la muestra de la Alianza Francesa sobre la Revolución de Terciopelo Checa se suma la muestra anual de fotoperiodismo de ARGRA y finalmente la de Fundación Proa, sobre la Escuela de Dusseldorf. De esta última salió en Radar una nota muy buena este domingo.
A modo de complemento de esa nota, les dejo acá algunas fotos de Bern y su esposa Hilla, la familia Becher, que ya son parte del elenco estable del ala de fotografía del Metropolitan en New York.
Los Becher recorrieron europa durante años fotografiando esquemáticamente tanques de agua, depósitos, chimeneas y todo tipo de construcción industrial respetando siempre el mismo encuadre. Este laborioso arte fotográfico los puso a la vanguardia de la fotografía moderna. Los Becher reinventaron la fotografía de paisaje. Lo lindo, lo bello, lo fotografiable dejó de ser solamente el lago con sus montañas de fondo.
Verlos ayuda a entender de dónde viene lo que hacen sus alumnos, que ahora mismo se los puede ver en Buenos Aires.