
Esta foto la sacó Rolando Andrade y se publicó en Clarín del viernes, ilustrando la nota sobre la salud mental de Charly García.
Me dio mucha pena ver así a Charly, y más pena me dio que se publique esta foto.
A mi humilde entender, se vulneró el derecho a la intimidad de Charly, teniendo en cuenta que la foto no es en un lugar público sino en el interior de una ambulancia.
Me hizo acordar a la foto que Gente publicó en tapa cuando se murió Ricardo Balbín. En ese caso, quizás más evidente, el fotógrafo entró de manera ilegal a la habitación del convaleciente Balbín y sacó la foto.
La familia de Balbín accionó legalmente, y luego de sucesivas apelaciones el caso llegó a la Corte Suprema. El fallo de la Corte, resumiendo, dice que la libertad de expresión no significa impunidad para publicar cualquier cosa. Y que, aunque se trata de un personaje público, no debe transgredirse el ámbito privado para obtener información, que, una vez publicada, daña el honor de la persona.
Como pasa casi todos los días, un derecho choca con otro. En este caso el derecho a la intimidad con el derecho a la información.
Para mi, la foto de Clarín de Charly encuadra bastante bien en el caso Balbín.
Pero como no soy especialista en la materia, y aprovechando esto que ahora se llama internet 2.0, y las arquitecturas de participación, los blogs y todas esas cosas de las que hablan los gurúes de la informática, invito desde este lugar a
Gustavo Arballo para que deje su punto de vista sobre esto. Si es que Gustavo contesta, agregaré su opinión a este post.
Gustavo es blogger y profesor de derecho, pero sobre todo lo invito porque sabe explicar este tipo de cosas para personas que no estudiaron para ser abogados.